14 de marzo de 2008

Acordes de Babel

Y qué pasa si un día lo logramos?

Yo hacía bastante que no me encontraba de golpe y porrazo con cuerdas. Primero vi la imagen y era un cielo al que intentaban atrapar entre cables. Querían apresarlo, ahorcarlo hasta concluir en degollarlo, si es que acaso esto fuera posible. Iba a escribir acerca de la falta de libertad y la opresión y la represión y la depresión y la decepción y... una vez más, pero no.

Es que después me figuré la imagen como un encordado. Un cielo cableado que se volvía en instrumento al alcance de todos. Porque claro, no era cuestión de esperar a musas inspiradoras o poderes divinos que desde arriba ejecutasen música celestial para nuestros oídos, sino de poner una escalera tras otra hasta alcanzar la postura cómoda que permitiera la interpretación y posibilitara, incluso, la creación.

Ahora me represento los cablecitos como una cima babélica. Inalcanzable? No. Desafiante? Sí. Palpable? En extremo.

Sin llegar a electrocutarnos, yo quiero que escuchemos los acordes terrenales de Babel. A ver qué pasa.

9 pinceles hicieron su aporte:

Ada dijo...

Entonces a tener los oídos bien atentos y la neurona a punto! Para lo que necesite acá tiene una mano. Saluditos y saludetes

Guillermo Katz dijo...

definitivamente simbólicas y pertinentes las redes de cableado de la ciudad, en estos tiempos de elefantes rosados de los que no se deja hablar. por suerte las enredaderas eléctricas todavía nos dejan ver algo de cielo, no para esperar que nos "caiga algo", sino para que las estrellas y los astros nos inspiren...

Kaitos dijo...

Bella imágen recreada.

Ahora cada vez que mire al cielo voy a pensar en una cítara del tamaño del cielo, cuya música resuena en todos los corazones.

Besos

Anónimo dijo...

Ah, vaya que me apasionan los cielos presos (bueno, no me queda otra, este barrio está encorsetado en cables), pero esta imagen de un cielo musical, con un mensaje melodioso por descifrar, es hermosa.
Gracias por darle un mejor sentido a lo que nos rodea.

Mariana dijo...

Ada: se agradece la colaboración, introduzca la cuchara cuando quiera que acá tocamos entre todos.

Guillo: No pierdas cuidado, cualquier día te cae un satélite encima o se te viene el pedazo de meteorito que tanto buscaban (algunos). Yo mientras me rodearé de angelitos, cual Laura Ingalls en su pradera, y blandiré mi melodioso instrumento.

Kaitos: algo así era lo que yo quería imaginar / transmitir.

Amalio: Y es que lo que nos rodea forma parte de lo que somos, y como somos grises y silenciosos, a veces también celestes y ruidosos! je.

Besos a todos, gracias por venir.

Animoc dijo...

por eso me gustan tus retratos, son la otra cara, lo que debería ser. La única duda que me queda es si quedaremos ciegos mirando al sol mientras observamos a los ejecutantes del cello de babel.

Sabrina Konz dijo...

Los cables como que la secan. El cielo tan hermoso y los cables...
Qué observadora sos. Me encantan esas cosas pequeñas y hermosas de la vida.

Mariana dijo...

Animoc: Ese problema no sabría resolvértelo, pero sí podría advertirte que para apreciar la música en su plenitud basta con el oído... ya lo de los complementos no se incluye en el package básico.

Lina: Viste qué simpaticón el cielo... imaginate las cosas que tenés todos los días a tu alrededor a las que ves sin mirar!

Besos

Afrodita dijo...

y como suenan esos acordes...
me pregunto, de ahora en adelante andare bien atenta, para escucharlos...

 
 
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