13 de abril de 2010

Siempre fui un caracol


Es que me hago un ovillo dentro de una caparazón y me muevo de forma casi imperceptible, a menos que me pateen o me ladren. Cuando me patean, me rompo. Cuando me ladran, me paralizo.

Pasa que saco las antenas para tomar del sol y ututear por los alrededores. Pero después, me guardo, miro desde dentro, y sólo eventualmente me pongo en juego (cuando me permiten ir a mi ritmo).

Es mentira, yo no soy así. Pero hay momentos en que no puedo evitar sentirme de esta forma. Sale el sol, oscurece, y vuelve otra vez a salir. Y pasa, y la miro, y muevo los labios para hablar, pero no, para qué. Para que diga que sí. Sale el sol, oscurece, y vuelve otra vez a salir. Y pasa, y la miro, y muevo los labios para hablar, y hablo. Me dice que sí. Pero igual, no sé. Vuelvo adentro.

Y así, está claro, ni yo percibo el movimiento.

7 pinceles hicieron su aporte:

Anónimo dijo...

Me voy a bañar y te comento en un rato!
Te voy a contar una cosa sobre los caracoles...
;9

oveja y negra dijo...

¿Y que hay de malo con ser caracol? El que está familiarizado con la cultura francesa, conoce cuan apreciado es este conchudito en la cocina gálica, constituyendo unos de los platos clásicos de la gastronomía más extravagante y apreciada del mundo. No conforme con esto, sus huevas hoy compiten en el mercado con, nada más y nada menos, que el caviar y el salmón. Pero esos son solo detalles comparados a las innumerables propiedades medicinales aún en investigación (tuve el placer de conocer una bióloga “doctorada” en caracoles). Por supuesto para algunos necios no es más que una babosa asquerosa que anda a rastras por la vida. ¡Pero es mucho más que eso! Solo que quizás todavía no lo sabe…
;)

oveja y negra dijo...

Creo que deberías estar orgullosa de ser caracol, estas mirando solo los aspectos negativos. Te la voy a presentar a la doctora en caracoles!! Besos!

Mariana dijo...

:) esto fue más que reconfortante, debo admitirlo :D gracias

Anónimo dijo...

Y pasa, y la miro, y muevo los labios para hablar, pero no, para qué. Para que diga que sí.

Muy bueno eso. Si dijera que no, ¿sería igual?

Unknown dijo...

Supongo entonces que los caracoles han de ser seres sumamente especiales... con una luz interior muy brillante... Creo soy muy afortunado de haberme cruzado con un caracol con esas características, es la primera vez que conozco a una caracol así... tan maravillosa jejeje
Un fuerte y cálido abrazo!!

fake songwriter dijo...

es q no tiene qe depender de alguien, nada...
y entiendo la parálisis producida por los ladridos, mejor qe nadie
y hacé de cuenta qe las frases tienen algun sentido, pasa qe se me qemó el cerebro...

 
 
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