Hace 4 meses
06/04/2010
El del tamboril
Era domingo, y el sol pegaba violento, las bicis iban y volvían por la calle. La feria se había instalado cerca del club náutico del pueblo y el agua del mar, que todo lo rodeaba, ayudaba a que el calor se viera un poco neutralizado.
Él hizo el camino como si liderara a una troupe de tamborileros rimbombantes en un desfile de máscaras y saltimbanquis. Y yo, que pasaba por ahí en un día de retratos iluminados, lo acompañé en su ruta durante unos metros que fueron una vuelta, en años, a una infancia de cotillón que no sé si alguna vez habré tenido, pero que, seguramente, varias imaginé.
Después, seguimos por separado. Cada cual en su mundo de fantasmas y fantasías.
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