
En tiempos cuya temperatura real desconocemos, en noches en que dormimos acolchados y amanecemos transpirados, cuando apenas podemos preveer el horario para sacar la ropa mojada temerosos de los no poco frecuentes chubascos que se suceden casi a diario, este cuasi-minúsculo ser se calzó los zapatos duros, avanzó hacia la vanguardia y decidió secarse.
Porque sí, dice. Porque esto así no es, machaca. Porque acá, entre soles y tormentas, suéters y musculosas, me cansé y exijo mi derecho a una sana estabilidad climática, remarca.
Consultado acerca de las actitudes que piensa tomar en las próximas estaciones, el individuo en cuestión recalcó que su plan mutará de acuerdo a las circunstancias que cada contexto provea. Su plan inicial implica la continuidad de la protesta pacífica, pero no se descarta la toma de otras medidas de emergencia.
Confiamos en que la nutrición provista por el presente caso sirva para alimentar vuestras conciencias en ocasión de las futuras decisiones que atraviesen sus días.